Capitulo 28. – El tiempo se acaba pequeña Sámara. Cerró la puerta yéndose con toda mi esperanza. Era verdad lo que decía Antony, yo no me quedaban días. Lo que quedaba eran horas. Y no temía, porque a pesar de todo sabía que lo hacían por un bien común. Respire profundo y exhale. Mi abuelo apareció de la nada sobre mi cama, rodeándome con sus brazos. – No dejare que nada te pase Sam, te aseguro que te protegeré. — me abrazo y podía sentir el calor y la tranquilidad que necesitaba. – Abuelo, no temo a morir. Antony me ha explicado. Y si tengo que aceptar mi destino lo haré. — mi voz sonó segura y eso me alegraba porque dentro era un manojo de nervios y frustración. – No te preocupes. Tengo un plan. Tu estarás bien. — me contesto con una sonrisa. – ¿Un plan? — pr