Llena mi interior en un rápido movimiento y no puedo evitar gemir ante la primera embestida. Me llena por completo, haciéndome pensar que estamos hechos el uno para el otro. Me sostengo de sus hombros mientras él empuja fuerte, pero con suavidad al mismo tiempo. —Tenía tantas ganas de esto —murmura contra mi boca con tono sensual. Me toma de las caderas y me sostiene para poder moverse más rápido. Yo no doy más del placer intenso que siento, lo necesitaba demasiado. Jamás me lo hicieron en esta posición y creo que ningún hombre anterior hubiera llegado a sostenerme ni penetrarme de este modo. Me besa apasionadamente mientras sigue moviéndose. Aminora la velocidad y comienza a darme más profundo y lento, torturándome con cada embestida. El frío de la pared no me molesta en absoluto, t