[MÁXIMO] El tener que haberla dejado sola en mi departamento ha sido una autentica tortura. No quería separarme de ella, no quería venir a seguir con mi trabajo, ni las reuniones, ni mucho menos las entrevistas telefónicas, pero el deber ha llamado y nuestros besos han tenido que ser puestos en pausa por un momento. Todavía sigo sin creerme lo maravilloso que ha ocurrido esta mañana. La imagen de nosotros se repite una y otra vez en mi mente y de esta manera la realidad se desvanece. —señor Greiff — me vuelve a llamar Carina, mi secretaria y al mirarla es como si me estuviera preguntando si estoy aquí o me he ido a otro planeta. —Disculpa, me he quedado en blanco. — admito y me armo de paciencia para volver a escuchar el discurso acerca de todo lo que esta en mi agenda para el día de hoy