No puedo creer lo rápido que pasa el tiempo, hace prácticamente pocos meses nos enteramos de que esperábamos otra niña y claro, la cara de Máximo fue una que me hizo sonreír como una idiota y es que tiene una debilidad única por las que ahora llama “sus niñas”. Sin embargo, el tiempo vuela y las contracciones está vez son más y más fuertes a cada momento. No puedo dejar de pensar que con Dasha esto no me había pasado, sino que, al contrario, tuvieron que inducirme para que tuviera contracciones, pero esta niña sí que es diferente… y ahora es que entiendo que desde el momento que cada hijo llega a nuestra vida es diferente al otro… Inhalo, exhalo y repito el ejercicio mientras que mi esposo conduce hacia el hospital como todo un loco y tan solo espero que no nos estrellemos en el camino —A