Me despido de Alexander, y me voy con Kenia se me hace muy tarde para el trabajo, más tarde vendré a ver a Rafael, Kenia va conduciendo el auto, y es extraño, siendo tan pervertida no me ha hecho ninguna pregunta. —¿Cuánto sexo tuviste anoche? Y si ahí esta ella y sus preguntas. —Se me hacía bastante extraño tu silencio. —Solo dime cuantas veces lo gozaste. —Talvez 3 o 4. —Ya viste tu cara Lilian, estás radiante, eso es lo único que te hacía falta. —Pero además del sexo eso me sirvió para darme cuenta cuanto lo amo. —Y si te propone matrimonio ¿aceptarías? —Si, sin dudarlo ya lo perdone y lo amo. No podría pasar más tiempo sin él. —Me gusta verte tan feliz amiga, te quiero mucho. —Yo también te quiero amiga. Llegamos a la empresa, me despido de Kenia y manos a la obra, entro a