Peter se marchó a la casa de sus padres, aunque no dijo la razón y tampoco me comentó nada de la llamada. Supuse que no había sido nada malo, porque se notaba relativamente relajado. Camino al baño para lavar mi rostro antes de irme a la cama, además que la caja decorada con ese bonito lazo con flores, ya que tiene tentada y parece que me llamara, por lo que no la hago esperar más. Agarro la tarjeta y la giro para leer lo que ahí dice. Es una corta frase, pero me roba una sonrisa y me pone aún más a la expectativa de lo que hay dentro de la caja. “Esto no se compara en nada con tu belleza, pero espero que te arranque una sonrisa al verlo. Peter”. Suspiro y suelto el nudo, quito la tapa y me encuentro con un poco de papel amarillo envolviendo algo, por lo que lo remuevo y mi mandíbula