Embarazo

2093 Palabras

—¿Me podría prestar su teléfono? —le pido al vigilante, que se ve un poco preocupado ante mi reacción con el arreglo, así que se apresura en asentir y me acerca su celular —. Gracias… Me siento tan perdida, que solo pienso en llamar a mis amigos, quienes no saben de mi llegada a Boston. Agradezco saberme el teléfono de La Pecosa de memoria, pues en la floristería siempre era el número que le dábamos a algún cliente que necesitara alguna cotización. Escucho cada timbre como si fuera eterno, hasta que por fin contesta Camila. —¿Aló? —contesta extrañada y antes de poderle hablar, suelto un sollozo —. ¿Violeta? —pregunta preocupada al escucharme y hago un sonido afirmativo. —¿Pueden venir? —le pido en voz baja. —¿Volviste? —Sí… Estoy en tu apartamento —contesto y al volver a fijar mis

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR