JULIA. Después de ver a mi amiga y a mi nueva sobrina voy corriendo a la máquina expendedora. Me muero por una barra de chocolate, o más bien tres barras. La máquina se tranca y un cable en mi cabeza se cruza. - ¿Qué? – la golpeo pero la barra sigue atorada. Le doy una patada y la muevo insultándola. Necesito desesperadamente mi chocolate. - Dame mi chocolate. – Vuelvo a gruñir. Phill se acerca y me mira cruzado de brazos. – Ni una palabra, no me quiere dar mi chocolate. Él sonríe y se acerca dándole un golpe en la esquina derecha haciendo caer el chocolate. Lo agarro ansiosa y dos segundos después tengo la barra en mi boca. - Ummmm. - ¿Está rico? - Dilishioso. – Se acerca y me rodea con sus brazos. - En solo un mes tendremos al nuestro. – Acaricia mi vientre y gimo pens