- Prometí que te comería la boquita, cuando lo volvieras hacer. -Para devorarla en un apasionado y largo besos. -no te imaginas cuanto te extrañe mi pequeña. -permanecimos en silencio por un buen rato en la ducha, no dijo una sola palabra me delimite a repartir besos y caricias en todo su cuerpo. El día transcurrido tranquilo en la cama mirando película, comiendo, durmiendo y hablando como personas civilizadas, todo era tan nuevo y distinto con ella, me encantaba. -hey nena, tengo que salir a resolver unos asuntos puede y tarde un poco, dejare a santa cuidando de ti y para lo que necesites. - uju. -murmuro. - No intentes salirte si, no me causes mas problema necesito que este bien y segura sí. -dije serio. - Ya sabes, que no puedo estarme quita.