- Déjame en paz. -dije intentándolo alejar de mí, supliqué. -por favor. - Siempre haces lo mismo, te haces la victima después de que tu me sedujeras y te calaras hasta lo más profundo de mí. - Tu no entiendes que el te hizo esto, te enfermo como a él. - No tienes ningún derecho hablar de él y menos después de lo que hiciste. - Me estas haciendo daño. - Lo siento mi amor, mi chiquita te veo el martes, te llamare. -para salir a toda prisa del lugar, apenas intento procesar todo y calmarme. - Aquí estas. -dice samantha llegando. -¿estas todo bien? -observándome. - Por puesto, estoy algo emocional. -limpiando las lágrimas. - ¿Quién era ese chico? -dijo confundida aún. -estas temblado. - No