Las lagrimas continuaba bajando por mis mejillas, al tiempo que la acogía en mis brazos acercándola a mi pecho con suavidad, era inevitable sentirme inútil y culpable por lo que había pasado de inmediato recuerdo aquel día donde me había confesado que alguien la acosaba y aquella mirada cargada de miedo.
- Perdóname amor, he sido un tonto. -susurre al tiempo que deposite un beso en su frente, allí permanecí por un largo periodo mientras tarareaba una canción al tiempo que acariciaba su cabello.
- Señor, su cena esta lista. -informo mientras entraba a mi habitación.
- No, quiero nada solo quiero que prepare una sopa para cuando Kim despierte. -informe
- Esta bien, esperare su orden. -retirándose de la habitación.
Anónimo
- ¿Que me tienes? - dije mientras dejaba reposar el vaso
