Jack La noche era tan tranquila a diferencia de muchas, ni los grillos parecían cantar. Lila dormía, algo que le había costado demasiado dadas las ultimas noches. A medida que se acerca el día, sus sueños aumentan. Y el miedo de la amenaza que en ellos se esconde. Mi tranquilidad parecía menguar en algunos momentos, aceptación y negación peleaban un lugar en mi cabeza. No me gusta este silencio, siento que anuncia algo. Siempre confié en esa frase que el silencio solo anuncia una tempestad, pero en este caso siento que el silencio solo anuncia muerte y violencia. Me serví una copa de licor, me bebí el contenido de golpe y lo mantuve en la boca unos segundos. Tengo que prepararme, no puedo dejarlas morir... esas palabras se repetían en mi cabeza una y otra vez. Todo en mi decía que