León — Sr, lo buscan – anuncia mi secretaria parada en la puerta de la oficina — ¿Quién? – preguntó y miro a Mónica entrar coquetamente — Yo – me responde ella mirándome intensamente — Está bien Sara, puedes retirarte –le digo y mi secretaria sale de la oficina, Mónica se acerca a mí y me saluda con un beso en la comisura de los labios, me separo de ella discretamente, Mariana tiene razón, Mónica me coquetea sin pudor — Mónica que sorpresa, ¿qué te trae por acá? – le pregunto con amabilidad y ella me mira sonriente — Me enteré que trabajas en la constructora de Manuel y quise pasar a saludarte – dice coquetamente — Porque no vamos a tomar una copa y platicamos – dice ella, demonios, como me la voy a quitar de encima — Gracias Mónica, pero no puedo, voy a comer a mi casa – le digo y