- Es una lástima que una mujer tan hermosa como usted esté en una situación cómo está – dice el hombre mientras se acerca mi – aún me sorprende la impresionante belleza de su hija señora Sokolova – intenta tocarla, pero la apartó. – démela - Esta loco – respondo tratando de mantenerme fuerte y calmada. Lo veo sacar su arma y apuntarme. - Se lo estoy pidiendo de buena manera – dice y pasó saliva viendo como le arreaban a Fedora su hijo – puedo matarla en este momento y quedarme con su hija, me darán mucho dinero por ella. – abro los ojos como platos – despídete de ella porque jamás volverás a verla – la abrazo más fuerte y retrocedo, pero uno de los hombres me detiene. - No por favor, - suplico mientras él se acerca a mí – es solo un

