POV: Chelsea. Las verdades a medias me desesperan. No hay forma en la que pueda quedarme tranquila sabiendo que hay tanto sucediendo a mi alrededor y que yo no puedo hacer nada. Que debo mantenerme tranquila, esperando que, lo que sea que deba suceder, no me tome desprevenida. El problema está en que no tengo idea de nada, las pocas verdades que hemos encontrado, aumentan las interrogantes y me llevan, cada vez y sin pausa, a más preocupaciones. A una alerta constante con la que es difícil intentar vivir. Si hago un recuento de mi vida, todo se resume a secretos, manipulación y mentiras, esto no debería resultarme nuevo. Pero ahora hay una diferencia con las veces anteriores: que estoy al tanto de que algo sucede. La ignorancia y la ingenuidad con la que me movía por este mundo, ahora