Llegando a mi apartamento, una notificación suena en mi teléfono. Dejo a Cup en el piso y ella va directo a beber agua. Lo mismo hago yo, que después de todo el tiempo transcurrido y la extensa caminata, necesito hidratarme. Me sirvo un vaso de agua fría y me doy cuenta, que mi pulso acelerado continúa. La razón, puede ser lo afectada que me dejaron todas las extrañas afirmaciones de Demian, los recuerdos que trajeron a colación o las promesas oscuras que pude ver en sus ojos. Bebo del vaso y no siento que sea suficiente agua para calmar la ansiedad. De repente, luego de una calma falsa, siento que comienzan a atormentarme mis crudos recuerdos, esas sensaciones aterradoras de que mi infierno sería eterno. Cierro los ojos y me recuesto a la encimera detrás de mí. Respiro profundo buscando