POV: Demian. Chelsea sale de la habitación y yo no la detengo, aunque lo que quiero hacer realmente es acercarme, pero, ¿qué le digo?, ¿que estoy arrepentido? Y lo más importante, ¿lo estoy? Una rabia desconocida corre por mis venas y de un segundo a otro, me transformo. Me quito la máscara de un tirón y veo rojo, mientras volteo la butaca frente a mí y luego me giro para hacer lo mismo con la mesa baja. Mis manos se cierran en puños por la necesidad de golpear algo, golpear hasta que mis nudillos sangren y yo comience a sentir en carne propia un dolor sordo. El ruido de mi ataque de locura llama la atención de alguien, que al instante y en contra de mis órdenes, abre la puerta trasera para verificar qué sucede. Nerón es quien asoma y aprieto mi mandíbula para aguantar las ganas de golp