POV: Chelsea.
Me volteo a ver a Demian y la sonrisa orgullosa en sus labios hace que mi pecho explote. El ruso, a su lado, se mantiene cruzado de brazos y con una media sonrisa asomando en su boca. La adrenalina que corre por mis venas se incrementa y me vuelve más entusiasta, comienzo a sentir una cruda necesidad de hacerle daño, de recordar uno por uno, todo lo que este imbécil delante de mí, me hizo.
Mis manos cosquillean con las ganas de desquitarme. Y parece que el ruso nota mis intenciones, porque escucho su voz hacer eco cuando se dirige a mí.
—Si te acercas a la mesa, tal vez encuentres algo que te ayude.
Su acento marcado y la fuerza en su voz, la clara insinuación a soltarme un poco y obtener lo que quiero, me hacen sonreír. Miro a Demian otra vez, como si estuviera buscand
