POV: Demian. ¿Cómo responderle una pregunta como esa, cuando ni siquiera yo mismo sé dónde está Chelsea? El nudo en mi garganta no baja y no soy capaz de decir aunque sea una mentira por miedo a romper esa expresión esperanzada en su rostro. Sudo frío los pocos segundos que demoro en pensar qué decir para tranquilizarla, en vez de alarmarla. —Chels está…tuvo que ir a su casa, pequeña —digo lo primero que se me ocurre—, fue a buscar algunas cosas que necesita. —¿Me dejó a Cup para que la cuidara? —pregunta otra vez, entusiasmada con esa idea. Le dedico una sonrisa radiante y asiento, confirmando sus palabras. Ella se sacude para que la baje y cuando la coloco en el piso, sale corriendo. —Voy a buscar a Cup para pasear por el jardín —grita, mientras sale del despacho—. ¡Adiós, papi!