POV: Chelsea.
La neblina de excitación que me cubría, por encima de la mezcla extraña de venganza y furia, se desvanece en cuanto él se aleja. Me doy cuenta realmente de lo que él hace con mi cabeza, la forma en que maneja mis emociones y yo, caigo rendida a sus pies. Viéndolo de lejos, acercándose a ese almacén por algún bizarro motivo que ahora no quiero saber, me hace pensar, recordar. Todo se reproduce delante de mí, como si de una película se tratara y yo fuera solo una expectadora, que resultó más envuelta en el tema de lo que esperó alguna vez.
¿Cuántas verdades más faltan por descubrirse? ¿Hasta cuándo voy a estar avanzando a ciegas, sin saber quién mierda está detrás de todo esto? ¿Quién viene a por mí?
La cabeza se me llena de tantas cosas que comienzo a hiperventilar. La va
