POV: Chelsea.
Una cosquilla me recorre el cuerpo y no sé determinar si es de nervios o de vergüenza. Me río de mí misma por haberme decepcionado de algo tan sencillo como pensar que Demian solo me llevaría a casa. Aunque le preparara un desayuno, que no tengo nada que ofrecerle, en cuanto él decidiera irse, yo me quedaría sola y añorando su presencia. Así de tontos se movieron mis pensamientos.
Pero verlo reír descarado, consciente de lo que me hizo pasar por un rato, en vez de provocarme las ganas de golpearlo, me estimularon a hacer lo contrario. Quise abrazarlo, comérmelo a besos y sonreír como niña emocionada, sin darle importancia a los motivos por los que me sentí así de forma repentina. Podría pensar, cualquiera que nos viera desde fuera, que estoy tan necesitada de atención que
