Corcoba no era un pueblo en sí, era la frontera de Ziré, pero debido al gran uso que tenía se había convertido en lo más parecido a un pueblo pequeño.
Estaba más lejos que los anteriores así que tardaron más días en llegar, pero fueron días agradables y donde Grace agradecía no tener que esconder sus poderes. Era un alivio.
Corcoba era pequeño y se encontraron si acaso un kilómetro de distancia partiendo desde la gran muralla que rodeaba Ziré hasta el bosque, esta era la extensión del lugar. El ir y venir de las personas desde Ziré lo hacía muy movido, en su mayoría comerciantes y mensajeros.
Antes de entrar a la ciudad eran verificados por un grupo de guardias que claramente no iban a dejar pasar delincuentes ni indocumentados. Como todo reino suponiendo que podía entrar algún enemigo
