Encuentro de Emirah y Gema Esa noche Gema estaba enojada, casi siempre lo estaba de hecho, pero esta vez sintió odio, odio dentro de ella, un odio tan grande que no le cabía dentro de sí misma, odiaba su vida, odiaba lo que provocaba, odiaba a la anciana que le había dado esos poderes, bueno ella se los robo, pero la anciana no debió dejar que se los robara ni mucho menos debió quedarse callada, por lo menos debió advertirle lo que eran, lo que iban a provocar. Había perdido todo por culpa de esos poderes, había perdido a su familia ya sus amigos, había perdido su hogar y ya no tenía nada absolutamente nada más que aquellos poderes que solo provocaban destrucción y más destrucción. Recordaba perfectamente como le gustaba correr en los jardines de su casa, como le gustaba jugar con las