CAPÍTULO #33
—No nos has dicho tu nombre —dije, parada en la puerta de mi departamento a la par de Emma.
—Clark Lewis —dijo con una sonrisa.
Sus ojos eran marrones, y su cabello era rizado, unos labios carnosos y una piel morena.
—Para lo que necesites —hizo una breve reverencia y se marchó.
—Que amable —comenté cerrando la puerta.
—Amable y comestible —se cruzó de brazos mirándome con picardía. —. Vendré más seguido —aseguró.
La miré mientras negaba con la cabeza, a diferencia de muchas mujeres, Emma es de las que asegura que una mujer también puede conquistar a un hombre y no esperar a que el hombre lo haga.
—Como digas —levanté las manos brevemente. —. Es mejor que te vayas, antes de que tus padres...
—Luna —gruñó. —. Deja de hacerme sentir como una niña —se tumbó en el
