CAPÍTULO #59
—Pensé que te habías ido —confesé sollozando.
Me despegó de su cuerpo y tomó mi rostro entre sus manos, no estaba molesto, seguía conmigo. Limpió mis lágrimas dejando mi rostro seco.
—Tu madre no necesita verte así, sonríe —dijo sonriéndome, lo que me provocó reír.
—Gracias —dije sorbiendo mi nariz. —. Por estar aquí conmigo.
Ésta vez fue él quien me abrazó y me besó antes de soltarme.
—Estaba preguntando por ti, anda —me impulsó y asentí.
Con algo de nervios tomé el pómulo de la puerta y sigilosamente me adentré a la habitación, cerré la puerta detrás de mí antes de voltear y caminar hasta ella sobre la camilla.
—Hola —saludé con mi mejor sonrisa colocándome a su lado, inmediatamente inclinó su mano y tomó la mía sonriendo.
—Me hiciste mucha falta mi amor —di
