CAPÍTULO #68 Limpié como pude mis mejillas mediante el camino, no quería que mi madre me viera en esas condiciones, era lo menos que necesitaba en esos momentos. Bajé de la camioneta y me adentré al hospital, entré a la habitación y estaba junto a Harper. —Hola —saludé sonriente. —Hola linda, ¿no tenías una reunión? —preguntó con confusión. —Sí mamá, pero se canceló —dije pasando a colocarme del otro lado de la camilla, contrario a Harper. —Ya nos la podemos llevar querida, es toda nuestra —dijo Harper con una gran sonrisa. Miré a mi madre sorprendida y ella me asintió sonriendo, sonreí con nostalgia y felicidad, al fin se acaba esa pesadilla de ir y venir a ese hospital con un temor de que sucediera lo peor. No más preocupaciones. Era lo único que podía pensar, ya no me

