Después de la cena improvisada, Klauss se disculpó temprano, y salió hacía su despacho dejando solos al matrimonio joven. Valeria, que ya había hablado un poco con su hermana del tema y, dándose cuenta que ya no había caso en mantener una actitud hostil, se dejó darle una nueva actitud a la situación. Obviamente le incomodaba en gran manera que Adrián hubiese aparecido a nada de haberse ido, era una clara carta de “te extraño y no sirvo para las relaciones ligeras”, se hubiera preferido por el bien de este personaje que la teoría de Valeria fuera errónea, pero lamentablemente no lo era, Adrián estaba allí por ella. — ¿Cómo está todo por allá? — Adrián no supo cómo responder porque obviamente no había tenido el tiempo suficiente de checar cualquier novedad. — Ah, cierto, no lo sabes