—Es un gatito —dijo Reen un poco emocionada, Kai hizo un gesto de desagrado y se alejó un poco. —¿A qué es bonito?, ¿Quién es un gatito guapo? —preguntó Reen con una voz chiqueona mientras acariciaba al pequeño gato, que como respuesta dijo: —¡Miiiauuu!. —¿Podemos quedárnoslo? —Preguntó ella y miró a Kai, —No—respondió él de una forma tajante. —Si quieres puedo cuidarlo por ti, yo no tengo problema —dijo Edgar y acarició al gato, y también acarició la mano de Reen. Kai miró aquello y tomó al gato con sus propias manos, —No hace falta, yo me lo quedaré—se apresuró a decir y tomó a Reen de la mano, —Vamos. Reen fue jalada y todo lo que hizo fue decirle adiós a Edgar con la mano, era llevada por Kai al interior de aquel salón, pero antes de llegar, ella se detuvo. —No quiero entrar a