Michael se detuvo y se volvió hacia ella -¿te conozco?- preguntó en su habitual tono frío. La pelirroja sonrió -no, no lo haces, pero te conozco-. -Todo el mundo me conoce-. -Y no conoces a todo el mundo- sonrió -Mi nombre es Sharon Harvey- extendió la mano para sacudirlo. Michael miró su mano extendida por un segundo, pero no la tomó, la miró -¿Te conozco, Sharon Harvey, tal vez de algún lado?- -No, no lo haces-. -Entonces, ¿por qué me detienes? Tengo otras cosas que hacer-. -Bueno, el arrogante Michael Brown nunca muere, ¿verdad?- ella sonrió. -Siempre he sido así, y no te pediré permiso para continuar. Ahora, si no tienes nada interesante que decirme, no me molestes- se giró para alejarse de ella. -Entonces, ¿supongo que no te preocupa tu esposa?- Michael se detuvo en seco de