El olor a café caliente proveniente del piso inferior hizo que Kendall despertara casi que de forma automática, notando enseguida ese calor que desprendía algo a su lado, sin mencionar el dolor en su pierna derecha que había dormido en una mala posición, ella se dio la vuelta para fijarse en quien era la persona que la acompañaba. Era ese chico que le traía el mundo patas arriba y el cual le había sacado más de un suspiro y así mismo una lagrima, Ethan estaba apaciblemente dormido a su lado, llevaba únicamente sus jeans, su pecho estaba desnudo y no había nada que lo cubriera, al parecer ella había acaparado toda la cobija mientras dormían. Sus trabajados pectorales y su abdomen de hierro subían y bajaban al compás de su rítmica y tranquila respiración, haciendo que Kendall tuviera des