—Respira Regina, no es la gran cosa, él solo es guapo, rico, súper atlético y besa como un maldito dios… no es para tanto — se decía Regina así misma mientras se veía en el espejo de aquel baño, se arregló el cabello y respiró hondo. Al salir caminó en dirección a la mesa donde estaba Connor cuando accidentalmente un hombre chocó con ella. —Disculpe — dijo Regina un poco atontada, miró al hombre y quedó enganchada a esos ojos azules que brillaban de un modo perverso. —La culpa es mía, no te vi, soy Travis y ¿Tú?. —Regina. Travis estiró la mano hacia la chica y Regina solo lo miró, salió de su trance y estrechó la gran mano de aquel hombre, sintió un apretón y luego un ligero tirón que la hizo casi chocar con él. —No te había visto antes por aquí—comentó Travis mientras examinaba

