Dos semanas después Todavía no puedo creerlo… este sábado es nuestra boda… Miro a mi alrededor y mi momento de asombro se ve empañado a causa de la cantidad de cajas que nos rodean y es que todavía no hemos terminado de desempacar todo. Hemos estado demasiado ocupados entre los preparativos de la boda y nuestros trabajos, eso sin contar que yo he estado haciendo mi propia investigación acerca de todo lo que necesito para abrir mi consultoría tal y como sugirió mi futuro esposo. —¿Estás lista hermosa? — Me pregunta Bruno mientras guarda su celular en el bolsillo. —Si, vayamos antes de que se nos haga tarde y sean tus padres quienes nos esperen a nosotros en el aeropuerto— Comento sonriente y rápidamente tomo mi bolso para que salgamos de la casa. El trafico de Nueva York hace de las