3 días después Todavía no le he dado la noticia del embarazo a mi jefe, y no es porque no me atreva, o tenga miedo a que su propuesta laboral cambie a causa de esta noticia, sino porque quería que los primeros en enterarse de todo sean mis padres. Con Bruno hemos acordado de avanzar un casillero a la vez, primero mis padres, después una video llamada con los suyos, y por último mi trabajo. —¿Nerviosa? — Me pregunta mientras que esperamos a que mis padres nos abran la puerta. —Mucho, nunca es fácil decirles a tus padres que van a ser abuelos— Bromeo y nuestras risas se convierten en la primera imagen que ve mi madre al abrirnos. —Hija, Bruno, bienvenidos— Nos dice con una enorme sonrisa tatuada en su rostro y nos abraza a cada uno para después invitarnos a pasar. —Gracias ma, ¿Cómo ha