Al día siguiente Bruno puede ser el hombre más sensual del mundo, o el más romántico cuando quiere, y en está ocasión escoge ser lo segundo cuando me acompaña al aeropuerto para despedirse de mí. Sabemos que son tan solo dos días, pero en realidad es la primera vez que nos despedimos estando juntos y admito que me cuesta un poco, después de todo hace poco que volvimos. —No quisiera interrumpirlos, pero nos dejara el avión Roció— me dice mi jefe haciéndome reír y le doy un ultimo beso a mi novio. —Cuídate, ¿sí? — le pido y él asiente. —Lo mismo, cualquier cosa me llamas— me repite y le doy un ultimo y corto beso antes de separarme definitivamente de él para comenzar con todos las revisiones de seguridad antes de pasar al área de embarque. —¿Hace mucho que están juntos? — me pregunta