ANTONIO... La luz de la luna se cuela por el enorme ventanal iluminando tenuemente la habitación dejándome ver con un poco más de claridad el cuerpo desnudo de mi mujer. María Paula se encuentra acostada bocabajo abrazando una almohada mientras una sábana de seda negra cubre un poco su cintura dándole una imagen única y sólo para mí. Extiendo mi brazo tocando con mi nudillo su hombro comprobando una vez más que esto es real, que ella es real. Al hacerlo entiendo por qué mis hermanos hicieron lo que hicieron por las personas que aman. Por qué que Katrina fue capaz de levantar un arma en contra de su propia sangre por proteger a Gabriel, porque Sebastián desató su furia sobre los Valencia cuando tocaron a Inna. Nunca creí que el amor tuviera diversas clases, creí que el amor había mi fa