- Señores – la azafata llama nuestra atención por lo que levanto la mirada hacia ella – estamos próximos aterrizar en Savoca. – asiento con la cabeza antes de bajar la mirada a mi esposa lamentando un montón despertarla. – nena – beso su boca – nena, despierta – beso de nuevo llevando mi mano a su vientre sintiendo mi mano hormiguear.
- Cinco minutos más – suspira acomodándose más en mi regazo.
- Amor – beso su cuello – estamos por aterrizar, cuando lleguemos a casa de mis padres podrás dormir todo lo que quieras.
- Está bien – dice abriendo los ojos dejándome sin aliento al ver sus hermosos ojos adormilados y deseo que nuestro hijo los herede. – quiero agua – susurra sentándose en mis piernas bostezando, le hago una señal a la azafata que de inmediato trae una botella de agua y un vaso
