Después de una semana en Corea del Sur estamos subiendo al jet privado de noche, pero hace poco Anker salió de una reunión que sé que presentó a última hora y por la que debimos retrasar el vuelo. Estoy hecha polvo anoche salimos de fiesta y yo me embriague hasta casi perder la conciencia, nos quedamos dormidos a las cuatro de la mañana, el plan era salir temprano, pero todo se salió de las manos cuando lo llamaron por un problema que había en la sucursal. No dormí más que una hora por qué estaba esperándolo y quería estar lista para cuando llegara. - ¿Cómo estás? — pregunta preocupado mientras nos sentamos cada uno en su sillón. - No vuelvo a tomar en mi vida — respondo y lo escucho reír, ese simple sonido hace que mi pulso se acelere. Nuestra relación va perfecta, aunque no discutimo