[Isabel] — Buenos días Isabel — Me susurra Quentin al oído y yo volteo a verle de inmediato. Él me pega contra su cuerpo y comienza a besarme sin aviso previo. El beso es sensual y muy lento, como si quisiera probar cada movimiento que le pudieran dar mis labios, yo me dejo llevar, sus labios sensuales son adictivos y en este momento me hacen sentir deseada y feliz después de todo lo que pasó hace meses atrás. Nos separamos para tomar aire, él me sonríe y con una de sus manos acaricia mi rostro mientras me ve a los ojos.—Eres tan bella Isabel.— Dice bajito y yo no respondo pero con mi mirada digo todo.—Me encanta estar junto a ti, nunca quiero que te vayas, que discutamos. Ahora soy yo quien se prende a sus labios y comienza a besarle con todo el deseo que traigo dentro, fuego en otras