Moríns Había dirigido la sede de México y pensé que tenía idea de como se creaban los grandes proyectos, pero esto es diferente, muy diferente. En este lugar se crean más que proyectos, se crea ayuda e incluso esperanza. Es increíble lo que la fundación de Sila hace y, debo admitir, que los Canarias y Ruíz de con han hecho un buen trabajo durante tantos años, se merecen todos los premios merecidos. Admito que por más que haya aceptado este trabajo por un favor a Manuel, a mí me encanta, me apasiona y me mantiene entretenido, por lo que no tengo quejas al respecto. Incluso viendo la exposición de Sila frente a mí, no puedo dejar de pensar que si todo sale bien, podré decir que yo fui el iniciador de este proyecto y que pude ver como salió de la mente de esta única mujer que, a pesar de