Desde que era pequeña, jamás pude engañar a Carolina, ella siempre pudo adivinar las pequeñas cosas, como el hecho de que me daban miedo los truenos o que me paraba en mitad de la noche para bajar por un vaso de leche, hasta las grandes cosas como el día en que dejé de tomar el medicamento.
Desviar la mirada, evadir la pregunta o hacer algo tan estúpido como mentir, no dan resultado.
– Dime Violeta, ¿por qué viajaste a Darlack realmente?
Para empezar, ¿qué tanto sabe sobre mí?, o, ¿qué tanto cree saber?, como mi madre dijo, la subestimo mucho, sigo pensando que soy más inteligente que ella aún en esta situación y es por eso que fui atrapada ahora y en el pasado.
– Me reuní con Bossel en mitad de la noche para tener un ambiente neutro.
Escucho su sonrisa burlona.
– Su personalidad sum
