—¿Pao y este que te parece?— pregunté enseñándole el quinto reloj en la joyería. —Ay no Dessi es muy moderno para tu suegro— dijo arrugando la nariz. Era 29 de diciembre y JuanPa y yo viajaríamos al día siguiente a Panamá a recibir el año nuevo junto a su familia, no quería llegar con las manos vacías por eso llevaba toda la tarde en el centro comercial con mi prima Paola. Miré mi teléfono por tercera vez en media hora, pero no tenía ninguna señal de mi prometido. —Después dices que el romántico enamorado es él, te buscó en el hospital y te trajo hasta aquí hace dos horas y ya lo extrañas— replica llevándose su helado de fresa a la boca. Encogí mis hombros. —Ay que te puedo decir Pao, cuando el verdadero amor llega nos cambia por completo— —Ese comentario fue más empalagoso que esta

