Capítulo Trece: Una cara bonita.

1894 Palabras
இ═══════இ En cuanto la luz del sol entra por la ventana me levanto de la cama. No quiero perder más tiempo y ahora que lo pienso Kozlov no siquiera me dijo a que hora nos veríamos. —¿Khatia, puedo pasar? –cuestiona Jess. —Si, adelante. Jess abre la puerta y frunce el ceño. —¿A dónde vas? —Tengo que salir por un vestido. —Aquí tienes muchos. —Pretendo entregarle la nota a Andrés para que no sospeche, además debo ir por unos aretes nuevos. —Esta bien, te acompaño. —No es necesario Jess. —Insisto y no quiero un no por respuesta, somos un equipo inspectora, déjame ir contigo. Asiento sin siquiera tener la oportunidad de negarme, además creo que se verá menos sospechoso si ella va conmigo. Salimos de casa y nos subimos al taxi que siempre nos espera, le pido que nos lleve a la boutique que está en la calle principal. —¿Realmente quieres lucir bien para ese tipo o hay algo más? —Quiero ganarme su confianza Jess. Debo hacer todo lo posible para que el confíe en mí. —¿Y si no funciona? ¿Y si es una trampa y después terminas muerta? —Nada de eso va a suceder Jess, tengo a Andrés comiendo de mi mano. —Solo no te arriesgues mucho, ¿Quieres? —Lo prometo. Realmente quería convencerme y convencer a mi compañera de que nada iba a suceder, Andrés estaba comiendo de mi mano y no iba a desaprovechar la oportunidad que me estaba dando. Aunque confieso que si tenía algo de miedo ¿Qué tal si Jess tenía razón? ¿Qué tal si Andrés sólo me estaba tendiendo mi una trampa y terminaba muerta? ¿Y si él descubrió que yo soy Khatia y no Natalia? No, eso es imposible, me hubiese matado ya. —Llegamos. –anuncia el taxista. Bajamos del coche y caminamos hasta la tienda que está frente a nosotras, es una tienda elagante y bonita, seguro es lo mejor en lo que puedo gastar el dinero de Andrés. Al acercarnos a la puerta de cristal, veo a un par de chicas que nos dan acceso a la tienda, huele tan bien que casi olvido por que estoy aquí. —Buen día, mi nombre en Kate y me complace anunciarle que hoy será atendida por mi. —Gracias. —¿Qué busca el día de hoy? —Un vestido, elegante y bonito pero no tan elegante. —Muy bien. Caminamos detrás de la chica que se mueve con gracia por la tienda, Jess se detiene a tocar y observar todas las prendas posibles. —Pueden tomar asiento mientras elijo algunos vestidos apropiados. Con eso la chica se va y Jess y yo nos mantenemos en silencio. —Este sitio me da miedo. —¿Miedo un lugar lleno de vestidos? Jess ríe y veo que se relaja un poco. —Iré a ver entonces. Asiento mientras ella se levanta, observo con cuidado y no veo a Dmitry, siento que alguien se sienta a mi lado y toma una revista, de reojo puedo notar que es una chica. —Toma una revista y simula leerla. –dice mientras hojea la suya despreocupadamente. Tomo una revista y hago lo que me dice. —Kozlov me dijo que tenias posibles preguntas que esta más que complacido en responder y quiere que tú respondas algunas. —Bien. —¿Qué haces aquí exactamente? –cuestiona sin despegar la vista de la revista. —Estoy de infiltrada, un operativo en contra de Villarroel. ¿Qué hace él aquí exactamente? —Dice que tiene un trato para ti. –responde evadiendo la pregunta. —No ha respondido mi pregunta. —No quieres saberlo. –señala segura. —Sí, si quiero saberlo, él prometió que respondería a mis dudas así que vine a buscar respuestas y las quiero ahora. Ella se mantiene en silencio y asiente. —Kozlov es parte de la sociedad de Villarroel, esta del otro lado, Khatia. —¿Por qué? –cuestiono sorprendida. —No lo entenderías. –responde mordaz y hace una pregunta que me deja helada–.¿Es verdad que te acostaste con Marco Bianchi? Me mantengo en silencio apretando las hojas de la revista que tengo en mis manos. ¿Cómo lo sabe? Maldita sea no necesito que todo el mundo sepa eso. —Sí. –susurro. —¿Por qué no lo mataste cuando lo supiste? —No lo entenderías. Ella baja la revista y yo bajo la mía, ambas nos miramos, analizo su cara, no tiene expresión alguna, no sé si eso sea bueno. —Hay un trato Khatia, Quo pro Quo. Él mantiene tu secreto si tu mantienes el suyo. Él va a ayudarte cuando sea necesario si no lo delatas con Andrés ni con la policía. ¿Hecho? ¿Realmente quiero hacer esto? ¿Ocultarle a mis superiores que Kozlov esta del otro lado del juego? Pero si no lo hago él le dirá a Andrés quien soy y entonces Jess correría un gran peligro. No tengo opción por el momento. —Hecho. —Bien, nos vemos luego, Nat. La chica se levanta cuando la dependienta le entrega sus compras. La mía llega con un sinfín de vestidos y mientras me los muestra yo no dejo de pensar en lo que acaba de ocurrir. ¿Desde cuándo mi ex compañero está metido en esto? —¿Nat, estas bien? –cuestiona Jess moviendo su mano frente a mi. —Ah, si. Lo siento, ¿que decías? —¿Cuál vas a elegir? —El tinto, es un color sobrio y elegante, el largo es perfecto. —¿Quiere probarselo? Me levanto del pequeño sillón y lo tomo, camino hasta el área de probadores y cierro la cortina y me quito la blusa. Jadeo cuando la cortina es abierta, Kozlov entra al vestidor conmigo. —Lo siento, no quería verte desnuda. —No estoy desnuda maldito idiota. ¿Qué haces aquí? —¿Confias en mi? –cuestiona. —No lo sé, creí que te conocía y ahora estás con un capo mexicano que distribuye drogas. —Drogas, armas, trata de blancas. —¿Qué carajos? —Andrés Villarroel no sólo vende droga, también tráfica armas y hace negocios con mujeres jóvenes. —¿Por qué me estas diciendo todo esto? —Por qué quiero que confíes en mi. Por que soy lo más cercano a un Nikolai que vas a tener aquí. Siento un nudo en la garganta que baja muy despacio hasta mi estómago. Maldita sea la hora en la que me encontré con con este maldito ruso. No sé si eso es bueno. —No voy a matarte, espero que tampoco pretendas hacerlo. —Despreocupate Khatia, no voy a matarte. Con eso sale del vestidor y entonces me doy a la tarea de ponerme el maldito vestido. Es precioso, jodidamente precioso y por alguna extraña razón no me siento cómoda. Salgo hasta donde esta Jess y ella asiente, me tiende unos zapatos y los pendientes que harán juego con ellos. —Te ves preciosa Kha...–Jess se detiene y palidece–, Kate puedes traer otras zapatillas para que mi hermana pueda elegir? —Por supuesto. La chica que nos atiende se va en busca de unas zapatillas nuevas, Jess me mira apenada. —Lo siento. —No te preocupes, solo trata de no hacerlo de nuevo, si esto llega a pasar delante de Andrés no nos espera nada bueno. —Entendido. Una vez que tuvimos todo lo necesario vamos de vuelta a casa, Jonny ya se encuentra ahí y lo primero que hago es entregarle los aretes y el collar que viene a juego para que haga su trabajo. Me meto a la ducha de nuevo y me preparo física y mentalmente para cualquier cosa, estoy nerviosa no lo voy a negar, por que aunque Andrés es muy guapo la idea de intimar con él me pesa duramente en el alma. Bianchi se adueñó de mis sentidos completamente, mi piel lo necesita y cada contacto que tengo con Andrés se siente tan... Incorrecto. —Khatia, ¿puedo pasar? –cuestiona Jonny. —Adelante, en la bañera. Jonny abre la puerta del baño y se sienta en la orilla de la bañera, acaricia la mano que descansa en el borde y me mira con pena. —¿Estás bien? —¿Por qué no habría de estarlo? —Ambos sabemos que hoy Andrés puede que quiera llevarte a la cama, y entiendo que eso puede ser un tanto incómodo. —Más que incómodo siento que será una tortura. —¿Hay alguien en tu vida, Khatia? —Creo que estoy enamorada, Jonny. Aunque es tan estúpido que diga enamorada. —¿Él corresponde a ese sentimiento? —No lo sé, apenas fueron unos días, muy intensos debo agregar, quería que me fuera de Chicago con él, a iniciar una vida lejos de lo que conocemos. —No cualquiera te pide eso Khatia. No importa cuantas veces se hayan visto o desde hace cuanto tiempo están juntos, hay personas que duran diez años y nunca significan nada así como hay personas que con un par de veces significan todo. Jonny tenía razón, pero no estaba segura de que justamente eso aplicará con Bianchi, él y yo no podemos estar juntos, aunque lo queramos. —Es hora de que te alistes o saldrás de ahí como una pasa, ven acá. Jonny me tiende mi bata de baño y me ayuda a salir de la tina, me coloca la bata y me sonríe. —Tú eres fuerte Khatia, eres como mi mujer maravilla personal, puedes con esto y más. —No quiero tener sexo con Andrés. –confieso. —Finge que estas en tus días, no creo que sea tan sucio. —Puede funcionar. –concedo riendo. —Vamos a prepararte, debes dar una magnífica impresión. Salimos del baño y ni siquiera me da tiempo de nada, me sienta en la cama y comienza con la labor de peinarme y maquillarme, me dejo mimar por mi compañero mientras en mi mente se repite una y otra vez sus palabras, "hay personas que duran diez años y nunca significan nada así como hay personas que con un par de veces significan todo" Honestamente no sé que pensar, no sé absolutamente nada de Marco y realmente nunca nos pusimos a averiguar cosas acerca de nosotros, excepto cuando quiero imaginar que me investigó, esa noche de diciembre. Yo solo sé que es un mafioso italiano delicioso con complejo de idiota romántico cuando quiere. Tiene a su madre, es amable según me comentó su empleada, tiene un maldito club al que amaba ir y es todo. No sé si tiene hermanos, hermanas, un padre, cual es su color favorito, su comida preferida, si bebe café y como lo prefiere, sé que tiene un tatuaje pero puede que tenga más. No sé casi nada de él, sin embargo me hace sentir como si lo conociera de toda la vida. —Quédaste preciosa. Bueno, más preciosa que antes. Abro los ojos y me miro al espejo, Jonny tiene talentos ocultos y el maquillaje y peinado sin duda es uno de ellos. —Ahora vístete, elige lencería bonita en lo que traigo tus joyas. Jonny besa mi mejilla y sale de mi habitación, me mantengo sentada en la orilla de la cama, ojalá no fuera tan cobarde. Me levanto y elijo un coordinado de encaje ne.gro a juego con las medias nude, me calzo las zapatillas negras y me coloco el vestido, Jonny entra justo para ayudarme a subir el cierre. Me coloca el collar y me entrega los aretes. Me doy una mirada en el espejo antes de suspirar, es por trabajo, esto lo hago para demostrarles que no soy una cara bonita nada más.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR