Khatia Termino de acomodar las vendas en mis manos y caliento un poco mis músculos, tiro dos golpes al aire y como cada que vengo a esta área de la nueva casa siento mucha rabia crecer en mi interior. Han pasado quince días desde que Marco murió llevándose a nuestro hijo con él, quince días desde que los Bianchi se fueron de aquí quizás para ya no volver, quince días en los que no he hecho más que lamentarme por cada puto rincón de esta casa. La última tarde que vi a Nicolette había algo extraño entre ella y Masha y todavía es momento que no sé nada en absoluto acerca de eso, Masha siempre cambia de tema. Ese mismo día ella y Jess se encargaron de conseguir una casa, espaciosa y con vista al mar, es una tortura pues cada que lo veo, pienso en él. Los nuevos negocios y mis planes inmedi