Aston y Dariel me observan en silencio, pero no les miro. Por la expresión de Hannah, también sé que le molestó el tono y la forma en que me hablaron. —Debes de estar muy enojada para lanzar palabras de alto impacto. Miro mis manos y tiemblan. Agradezco que sea un hospital de un pueblo pequeño, no hay nadie en la sala de espera, de no ser así, ya todo el pueblo sabría que perdí los estribos con Arizona. —Créeme que ahora mismo no soy yo misma—, susurro en respuesta. Savannah se acerca a nosotros y se sienta a mi lado. —¿Te sientes mejor después de eso? —Asiento sin vergüenza y ella oculta una sonrisa. —Entiendo, creo que yo haría lo mismo. Me aclaro la garganta antes de hablar. —Savannah, ¿puedo conseguir un lugar donde quedarme aquí, en el pueblo? Ella frunce el ceño y me mira