POV Luke. —Por tu cara veo que no te fue muy bien. Me siento frente a Dariel en el restaurante del hotel después de ir a ver a Samantha. —No, me echo —resoplo. Pero ese beso me ha dado una esperanza, un puto beso que me supo a gloria. «Algo es algo.» Alargo la mano y tomo el vaso con líquido ámbar y lo vacío de un trago. —Todo tuyo, —se mofa antes de pedir dos tragos. Dariel había venido a LA porque Hannah quería tener cubierto todas las posibilidades, pero gracias al cielo todo se resolvió a favor de Sam. Verla en esas circunstancias me había afectado; aún más, ver al imbécil del marido, un hombre detestable al cual no le importa Sam, no vi ni un ápice de remordimiento por hacerle eso a ella. Bien, ahora puede pudrirse en la cárcel, Sam no le necesita porque me tiene a mí, aunque