No conozco de nada a este hombre, no sé cuáles son sus intenciones, menos que pretende viniendo hasta mi casa. —Te repito, ¿Qué haces aquí? —Solo quiero que hablemos. —¿En serio? Crees que me importa siquiera dirigirte la palabra— arqueo la ceja te pido que salgas de mi casa. No me hagas llamar a la policía. Miro por encima de su hombro y no hay rastro de Betsy ni Delia. —Mi visita será corta. No te preocupes, tengo trabajo que hacer—. Da un paso al frente e inclina sus manos sobre mi escritorio, —me ha llegado la información de que tú y tu hermana están escarbando, ¿qué pretenden? Interesante. —¿Algo que ocultar? —inquiero, en cambio. —En realidad no, pero me da curiosidad saber—. Se endereza—, si están buscando algo sucio no van a encontrarlo. —Entonces no tienes nada que hacer