Punto de vista de Atlas —————————————————— El reloj marcaba las nueve de la mañana, y ya llevaba un buen rato en mi oficina revisando documentos cuando mi secretaria interrumpió con una ligera tos. —Señor Atlas, ya llegó el señor Smith —dijo con esa voz profesional. Desde mi compromiso con Lilith había notado que muchas de mis secretarias se comportaban de esa manera, lo cual era un alivio. Han pasado dos semanas desde que llevé a Lilith a nuestra casa. Por el momento no ha aparecido Elena o Damián para molestar, pero eso solo significaba que algo estaban tramando. Dudaba que se dieran por vencidos tan fácilmente, en especial Elena. Levanté la vista de los papeles y asentí, indicándole que dejara pasar al detective. No tenía idea de si lo que me iba a decir tendría el peso que espera