Punto de vista de Atlas
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Llegamos al departamento de Lilith poco después de dejar el parque. Era un lugar modesto, acogedor, lleno de detalles que delataban que ella había puesto esfuerzo en hacerlo un hogar. Rowan todavía dormía profundamente en mis brazos, su pequeño rostro tranquilo, como si el mundo no tuviera nada que preocuparle.
Lilith me condujo a la habitación de Rowan y me indicó dónde colocarlo. La cama estaba decorada con sábanas de dinosaurios, y los juguetes estaban ordenados cuidadosamente en un rincón. Coloqué a mi hijo con cuidado, asegurándome de que estuviera cómodo antes de levantarme y seguir a Lilith hacia la sala.
—¿Quieres algo de comer? —preguntó, mientras iba hacia la cocina.
—Puedo ayudarte con eso —respondí, quitándome la chaqueta y arrema
