Punto de vista de Lilith.
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Esa noche, cuando por fin me encerré en mi cuarto, pensé que podría descansar, pero el sueño nunca llegó. La cena con Atlas había sido un desastre, y no podía dejar de darle vueltas a lo que había dicho, o mejor dicho, a lo que no había dicho. Sabía que me estaba ocultando algo más. Pero por mucho que intentara descifrar sus motivaciones, su comportamiento, no lograba entenderlo. ¿Por qué, si supuestamente me quería proteger, no me dejaba entrar del todo en su mundo? No era una niña que necesitara ser cuidada, y menos cuando yo también tenía una parte importante en este acuerdo.
Me revolví entre las sábanas, mi mente repitiendo una y otra vez nuestras conversaciones. El control absoluto que siempre parecía tener sobre todo me irritaba. Aunq
