Llego al complejo de departamentos donde Amatista vive. Acomodo bien mis lentes de sol que ocultan mis ojos rojos por el llanto y una vez fuera del elevador arrastro mis maletas hasta la puerta que corresponde con el departamento de mi amiga. Apenas tocó ella abre y me hala adentro con todo y maletas
—Lo siento —dice mientras me camina conmigo y me dejo caer en el sofá de su pequeño pero bonito departamento— ¿quieres tomar algo?
—Agua estaría bien —digo respirando profundamente como llevo haciendo desde que salí del departamento de Marcos, si no lo hago el llanto me gana. Amatista se va a la cocina y mientras sirve un poco de agua me habla
—No sé qué demonios le pasa por la cabeza al idiota de Mark —dice claramente furiosa —Pero él no debería meterse entre ustedes y esta vez sí se pasó
